lunes, 14 de julio de 2014

Mi pasado es mi presente.

Definitivamente creo que tengo un grave, gravísimo problema con el pasado. Es como si dependiera de eso todo el tiempo, o peor aún, como si nunca en la vida me pudiera desprender.
Una vez cada tanto, no pasa tan seguido, o sí, no sé. En fin, debes en cuando empiezo a recordar cosas viejas, momentos de años atrás, muy atrás, y recordando empiezo a reírme, a sentir que lo vuelvo a vivir al menos en mi mente, y soy tan feliz pensando en esas cosas. Y de repente, la realidad, el presente, vuelvo a la tierra y que pasa? Me deprimo. Me doy cuenta que estoy en la actualidad, que eso de lo que me río son momentos que pasaron hace mucho tiempo atrás y que nada va a volver a ser igual. Y muero de tristeza, quisiera volver en el tiempo. ¿Por qué? ¿Con qué necesidad? No lo sé. Es que se era tan feliz en la juventud, cuando no había obligaciones ni responsabilidades, cuando todo lo que ocupaba mi mente era pasar día y noche con mis amigos todos los días, todo el día. Eso extraño, eso deseo.
¿Por qué sigo tan aferrada a mi pasado? Es como si todos los días tuviera que recordar algo viejo, alguna historia o anécdota pasada para sentirme bien, para tener vitalidad. Como si esos recuerdos me hicieran feliz aun habiendo pasado el tiempo. Cómo si el presente no me llenara en un cien por ciento y tuviera que recurrir a momentos pasados para estar del todo llena.
¿Es normal? ¿Cómo se llama esto que me pasa? ¿Nostalgia constante? ¿Qué es? ¿Cómo se supera? ¿Qué tengo que hacer? ¿Voy a vivir el resto de mi vida de este modo?
No sé, estas preguntas lamentablemente hoy no tienen respuestas.

Solo sé que todo lo que fui, me hicieron ser todo lo que soy. Y que amo fuertemente mi vida, mi pasado, mi presente, y que a pase lo que pase, siempre voy a tener estos recuerdos intactos en mi. Y nunca nadie me los va a borrar ni quitar, porque son míos y solo míos. Y me hacen feliz aun hasta el día de hoy.

jueves, 30 de mayo de 2013

El fin.

Simplemente me quiero expresar.
Expresar el dolor que siento, el dolor más grande que jamás sentí en mi vida. El sentirme total y completamente desplazada. Cinco años juntos, ya eramos casi un matrimonio. Cinco años dándole todo y recibiendo todo de él, cinco años de "sos el amor de mi vida", de "nunca nos vamos a separar", de "si no es con vos, no es con nadie", de "nacimos para estar juntos", y tantas otras cosas más que tuve que escuchar salir de boca de él, tantas promesas que quedaron en la nada.
Después de cinco años, ahí está él, lejos de mi. Se fue. Se fue una vez más, pero a diferencia de otras veces, esta vez no se fue solo, sino acompañado. Estaba acostumbrada a perderlo, en esos cinco años, fue y volvió unas 200 veces, pero siempre solo, siempre porque si, porque así se daba, porque pasaban cosas, conflictos, y demás. Pero hoy por primera vez me encuentro con su imagen feliz al lado de otra persona. Hoy se fue, ya no solo, sino acompañado. Hoy optó por olvidarse de mi por completo y por tener una nueva compañera en su vida. Hoy es el peor día de mi vida.
Si bien le deseo la mayor felicidad del mundo, y entiendo que amar es también dejar que quien amo sea feliz, no puedo dejar de expresar el dolor inmenso que siento adentro mio. Que me carcome los huesos, que me apuñala por dentro, que me aniquila hasta dejarme vacía, que me produce llanto, un llanto imparable, que derraman cinco años de promesas nunca cumplidas y que quedaron y van a quedar por siempre en el olvido.
Hoy me siento morir. Hoy sé que soy afortunada por haber vivido los mejores cinco años de mi vida con la mejor persona del mundo, pero no me basta. Hoy no es algo positivo, mañana tal vez si, hoy no.
Hoy lo puedo sentir en mi cabeza, imaginarme sus palabras y sus caricias sobre otra persona. Si, yo sé que es un poco morboso y despechado, pero es la realidad, a cualquier persona en mi lugar le pasaría lo mismo. Siento envidia, la envidio a ella que puede tenerlo y yo ya no. La envidio porque si tiene suerte y no es tonta como yo, va a poder hacer las cosas de la manera correcta, cosa que yo no pude y por eso lo perdí. Envidio a él y a su capacidad de olvidar tan rápido. De enterrar tantos años y momentos juntos como si nunca hubiesen existido. Como si la vida fuera BORRON y cuenta nueva, literalmente hablando. Como si ese borron fuera real y ya no quedara recuerdo alguno sobre mi en su memoria.
Hoy siento por primera vez lo que es ser desplazada, reemplazada, sustituida. Si bien siempre tuve el pensamiento intacto en mi mente, e imaginaba que en algún momento esto iba a pasar, nunca creí que la realidad iba a doler tanto. Imaginarlo era hasta cómico: "¿mi chico con otra? pobrecita, lo que se tiene que aguantar!" Pero vivirlo en la realidad, fuera de la imaginación, es mucho más doloroso de lo que podía llegar a imaginar alguna vez.
Hoy lo veo feliz, y en el fondo me pone feliz. Hoy lo veo contento, dándole a alguien más lo que a mi se cansó de darme. Hoy caí en que es el fin. Después de tantas idas y vueltas, ésta historia concluye. Después de tantos capítulos, hoy le damos el cierre final. Pensar que alguna vez llegué a creer que esta historia iba a ser una historia sin fin. Sin embargo la vida te sorprende a veces, y no de la manera más grata. Todo concluye al fin. Todo tiene un final, todo termina.
Simplemente me quedo con el cariño, con los buenos recuerdos, con la experiencia y el aprendizaje, con las cosas vividas, con los errores cometidos, que gracias a mi paso por esta relación, ya no volveré a cometer. Me quedo con lo bueno y me quedo con lo que me dejó él. Su mirada, sus besos y abrazos, que aunque ya no sean mios los voy a tener por siempre en mi memoria.
Porque el tiempo va a pasar y el dolor puede sanar, pero si hay algo que sé es que nunca, nunca en la vida lo voy a dejar de amar. Fue todo. Fue mi todo. Por siempre en mi. Gracias VOS.

viernes, 8 de marzo de 2013


Me encantaría escribir esto sin dedicárselo a nadie, me encantaría hablar en general como siempre lo hago. Expresar mis sentimientos como medio de descarga sin señalar a nadie y sin culpar a otros, pero creo que va a ser imposible.
¿Como no dedicar esto si hace varios años que vengo dependiendo de una sola persona?
No obstante, no lo culpo, la culpable soy yo, y únicamente yo. Yo decidí embarcarme en la dependencia de una persona y ahora estoy sufriendo las consecuencias.
No culpo a alguien por no quererme, no lo culpo por no preocuparse, no lo culpo por no interesarse.
Lo culpo por sus mentiras, por sus engaños, por su olvido. Básicamente lo culpo por haber olvidado todo lo que yo no olvidé, por dejar atrás cosas que en mi siempre van a estar presente. Por ser consciente de los malos momentos que atravieso y mirar como sufro sin hacer absolutamente nada. Por verlo sufrir también, y acercarme a darle un consejo o un abrazo, y ver como el no es capaz de hacer lo mismo por mi. Lo culpo por no devolverme lo bueno que hice alguna vez por él. Lo culpo porque sabe que siento todo esto por él y no le importa aunque sea ni un poco. Lo culpo por cambiar, para mal, obviamente. Lo culpo por su maldad, por su crueldad. Lo culpo por creer que hace las cosas bien, cuando nada de lo que hace está bien. Lo culpo por equivocarse y no asumir sus errores. Lo culpo por no pedir disculpas. Lo culpo por su orgullo y su soberbia. Lo culpo por sus maltratos. Lo culpo por no hacerse cargo de lo que genera en mi. Lo culpo por ser manipulador y arrogante. Lo culpo por ser agresivo. Lo culpo por no querer cambiar. Lo culpo por creer que su manera de actuar es correcta, sólo porque sigo vigente en su vida. Lo culpo por creer, erróneamente, que mi devoción hacía el es eterna. Lo culpo porque todo mi desprecio no existiría si el no lo hubiese generado. Lo culpo por ser quien es y me culpo por ser quien soy. 

Y aunque suene raro, por todo lo que lo culpo, lo perdono. Pero por esto ultimo que voy a decir no lo puedo perdonar. Por fallarme, decepcionarme y por desilusionarme. Por no haber estado ahí cuando más lo necesitaba...

domingo, 3 de marzo de 2013

ilógica idiotez.


Que seres estúpidos somos los humanos con respecto al amor. ¿Yo hablando de amor? Que raro, ni que fuera tan experta y sin embargo es de lo único que sé escribir.
Será porque siempre tengo alguien en mente y me explayo basándome en ese alguien o en esa situación con ese alguien..
Como decía, las personas somos idiotas.
Nos enamoramos de quien más nos lastima, pero al que nos da todo su amor, lo ignoramos. Y no me digan que nunca les pasó porque es imposible que no te haya pasado.
Esa persona que nos escribe todo el día, que nos dice cosas lindas, que nos demuestra su amor constantemente  ESA persona, no te importa. Te gusta que sea tierno y lindo con vos, te encanta tenerlo ahí atrás tuyo rogándote un poco de tu amor, pero no te importa realmente, al menos no tanto como otra persona. ¿Cuál otra persona? Esa que nos ignora, que nos trata mal, que no nos da pelota, que siempre que lo ves terminan peleando y mientras más tiempo pelean, más te gusta. Ese que te demuestra que no te quiere, que no le importas, que no le interesa luchar por vos, que no quiere cambiar, que no quiere demostrarte nada que no tenga ganas. Ese, ese que vos llamas "hijodepu", es el que te encanta.
Si nos basamos en todos estos datos, podremos notar que así como éste último nombrado, es odiado por nuestro ser, ya que nos ignora constantemente . nosotras que ignoramos a aquél que nos trata de demostrar todo su amor, también nos está odiando por la misma razón.
Y probablemente alguien lo esté odiando a él por el mismo motivo, y también el que nos importa pero no nos quiere, esté queriendo a alguien más que a su vez, también lo ignora, y éste también está fijándose en alguien que tampoco le da bola.
Bueno, no creo que sea tan así, un poco estoy exagerando. Si todos fuésemos así, nadie podría estar con la persona indicada, y no creo que sea así. En algún momento todos encontramos una persona correspondida, sólo que pasamos la mayoría del tiempo pensando en el equivocado hasta encontrarla.
Lo que quiero decir, es que nadie es mala persona por no quererte, por no demostrarte que te quiere. Simplemente no siente lo mismo que vos, y no está mal. Uno no tiene la culpa de sentir cosas por uno, que no siente nada. Y de no sentir nada por otro, que te está gritando que te quiere.
Nadie es malo, nadie es bueno, nadie da más, nadie da menos. Simplemente nos ajustamos a nuestra realidad y damos lo que podemos a quiénes podemos. A algunos podemos darle más que a otros, pero es una cuestión del corazón, no de la razón (que cursi sonó eso). Pero es cierto, si fuese por nuestra razón, estaríamos enamoradas de aquél tierno y no de aquél sorete, pero como dije anteriormente, es cuestión del corazón y no podemos hacer nada.
Sufrimos y lloramos por alguien, y otros sufren y lloran por nosotros. Todos perdemos a veces, y hay que aceptarlo. Cuando uno sufre por alguien tiene que pensar que tal vez ese alguien está sufriendo por otro alguien y quizá sea por eso que no nos quiere abrir su corazón y dejarnos entrar en sus vidas.
Concluyendo, ¿somos unos idiotas? Si, lo somos, pero lamento decirles, que no hay solución para tal idiotez.

viernes, 30 de noviembre de 2012

Ser menos.


¿Es normal que la persona que supuestamente más te quiere te haga sentir poca cosa? ¿Es normal sentirte que no estás a su altura por diversos motivos que él te hace notar? ¿Es normal que la persona que más amas es la que más te lastima?
¿Por qué tiene que ser así? Si bien todos saben que el amor va de la mano del sufrimiento, ¿es necesario sentir tanto desprecio indirecto? Y digo indirecto porque de manera directa nunca sentís su desprecio, por el contrario, te ve y te dice las cosas más tiernas del mundo. Pero a tus espaldas es otro, es diferente. Se habla con otras, mira a otras, y en cualquier tiempo libre que tiene en vez de llamarte o escribirte, habla con todos menos con vos. Digo, ¿estoy muy errada en este asunto? ¿Estoy volviéndome loca o algo de razón tengo? Díganme que me equivoco y que me puedo quedar tranquila, por favor!
De todos modos no creo estar equivocada.
Un novio, ¿no es aquél que te hace sentir especial siempre? Ese que aunque no se vean personalmente, aparezca y te haga sentir querida. Ese que te dice a diario cuánto te ama, que no se le pasa un día sin hablarte, un minuto sin pensarte. Ese que siempre se acuerda de vos y te lo hace notar. Que en lugar de ver fotos de alguien más mira las tuyas y te ama, así no seas una modelo de revista, el te ve linda igual, porque ve más allá de lo físico. Ese que en lugar de escribirle a alguien más, te escribe a vos, una vez al día, recordándote lo importante que sos y lo feliz que se siente al tenerte. Ese que pasa los días esperando verte con ansías y cuando por fin sabe que te va a ver, se siente inmensamente pleno. Ese que no tiene tiempo de pensar en alguien más, porque no necesita a alguien más.
Creo que esas cosas son básicas y demasiado simples de hacer, y más cuando se está enamorado. Cuando uno ama, hace esas cosas sin pesarlo, por puro acto del corazón. 
Y si todas acciones desaparecen, creo que no es tanto el amor que aquella persona siente. Si se olvida de recordarte su amor y se dedica a demostrarle algo más a alguien más, es porque mucho amor no debe sentir.
Lo injusto en el asunto, es que uno pone lo mejor de sí, que uno, de este otro lado, SI hace todas esas acciones, si sigue escribiéndole  mirando sus fotos, viéndolo perfecto, hermoso, el más lindo del mundo así no lo sea. Uno de este lado si sigue enamorado y tratando de ser feliz.
Pero se complica y mucho, cuando del otro lado no se recibe lo mismo..

martes, 19 de junio de 2012

Los finales son posibilidades de nuevos comienzos.

"Todo tiene un final, todo termina..." Eso me dijo Vox Dei hace muchos años. Aunque siempre tomé esa canción como algo acertado en toda su integridad, alguna que otra vez llegué a pensarlo como algo inexacto.
Alguna vez me enamoré, alguna vez amé, me amaron, correspondí y me correspondieron. En ese momento uno cree con certeza que tal historia tan bella y llena de amor, nunca podría terminar. Enceguecidos pensamos que el amor va a ser interminable, que esa correspondencia va a ser eterna. Nacieron el uno para el otro, no hay modo alguno de no poseer un final feliz.
Y probablemente más de muchos de los que reparan esta misma teoría, hayan comprobado que Vox Dei se equivocó. Más de muchos habrán encontrado ese complemento perfecto para sus vidas, más de muchos se habrán casado, habrán formado una familia, y habrán envejecido juntos, agradeciendo ese regalo de la vida.
Pero también es seguro, que algunos otros, que también amaron con locura, hayan decepcionado o sido decepcionados. Y eso es lo que me trae acá en esta noche de lunes.
Es difícil perdonar cuando te traicionan, es difícil olvidar cuando perdonaste, es difícil volver a confiar cuando la otra persona comete desmesurados errores, uno tras otro. Es difícil seguir adelante cuando algo se encuentra averiado. Es realmente difícil tratar de seguir adelante cuando se halla todo tan abatido.
Son meses volviéndolo a intentar, volviéndo a apostar a algo por simple cariño. -De amor no se puede hablar ya, tantos golpes deterioraron por completo la dupla. El amor va muriendo de a poco, lentamente se va yendo, aunque intentamos retenerlo se va de a poco dejando secuelas que probablemente nunca se borren.- El afecto está, los años compartidos, los momentos vividos. Inviable abandonar todos esos recuerdos de nuestras vidas. Somos luchadores natos, no nos dejamos vencer, nos gusta resistir y lo hacemos hasta más no poder. Sin embargo nunca es suficiente, la resistencia en algún momento finaliza. Hicimos lo que pudimos, lo intentamos todo, pero algo adentro nos sigue diciendo que hay errores que son imperdonables, que hay cosas que no tienen solución, o más exacto aún, que la solución es terminar con todos esos dolores del corazón, con ese resentimiento que agota cualquier fortaleza. Cuando la vida te dice que la única solución a dejar de sufrir es abandonando tu pasado, no queda otra que hacerle caso.
Hablemos del presente, del duelo, del reparo de los daños causados. Desahoguemos penas e intentemos seguir adelante. Todo se puede en la vida, si confías en vos mismo podes lograr lo que sea. Siempre hay que saber que la única persona que nos va a acompañar constantemente es uno mismo. Cualquiera te puede desertar en algún momento, nadie es del todo fiable, por eso hay que creer solo en uno. Uno nunca, o mejor dicho, esporadicamente va a estimar lastimarse a si mismo.
Una vez que sabemos eso podemos seguir adelante con cualquier proyección del futuro que tengamos.
No obstante uno es humano y tiene sentimientos. Nadie es de piedra, o pocos lo son. Siempre y cuando tengas memoria, vas a saber que hubo un momento en tu vida que diste todo por alguien y que alguien dio todo por vos. Pero sin dolor vas a aceptar que terminó, vas a mirar hacía atrás y reír. Vas a rememorar épocas de felicidad y vas a disfrutarlo. Vas a tener la sabiduría de entender que sos dichoso por haber vivido cosas únicas, mágicas e inolvidables.Ya no volves a llorar o lamentar esa separación, ya no anhelas cruzarte con ese sujeto para un nuevo acercamiento. Ya no te obsesionas, no te quemas la cabeza con tus indespegables "que hubiera pasado si...", ya no te vas a deplorar por la culpa que sentiste durante días, semanas y meses por haber lastimado a alguien. Indiscutiblemente sabes que fallaste o te fallaron, pero con el tiempo uno perdona todo, SE perdona. Y cuando te perdonas todo es mejor. Hay que saber perdonarse, aceptar que cada caída es parte de la vida para levantarse y avanzar, aceptar que todos erramos, pero que también todos aprendemos de esos errores.
Empezas a avanzar, con la experiencia encima y con la frente en alto. Vas a volver a fallar muchas más veces, pero también vas a evitar muchas otras fallas debido a tu aprendizaje con tus experiencias.
La vida es un ida y vuelta, una constante escuela que nos enseña la materia más importante de todas; CRECER.
Todo en la vida es experiencia que sirve para crecer. Todo lo cura el tiempo. Y siempre, absolutamente siempre, se puede seguir adelante a pesar de los errores cometidos o de las desiluciones recibidas.
Es importante saber que a pesar de los golpes que uno reciba, hay que disfrutar de los buenos momentos. Que cuando todo parece no tener solución, siempre aparece algo que nos empuja a progresar. Y que aunque finalmente considero que la canción "Presente" es muy realista, no hay que quedarse estancados en lo que no fue, sino seguir en lo que puede llegar a ser. Saber superarse así mismo es la mejor forma de desarrollarse.

viernes, 8 de junio de 2012

Encontrar-ME.


Revisar cosas viejas nos hace meditar, o por lo menos en mi caso es así. Abro el placard, saco una pequeña caja, y ahí están, decenas de cartas viejas que pasaron tiempo sin ser leídas. Las abro, de a una, las leo, de a poco, y ahí comienza el viaje al pasado que tanto me hizo reflexionar.
Leer cosas como "gracias por apoyarme siempre en todo, por marcarme los errores cuando me equivoqué", o "sos la primera persona a la que le cuento mis cosas porque siempre me escuchas", o "no se que haría sin tu amistad, siempre estás para ayudarme", esas cosas parecen ser reconfortantes si te las están diciendo, pero para mi hoy no lo son. Son cartas viejas, perdidas, de amigos que hoy a decir de verdad ya casi ni veo, ni escucho, ni hablo, o muy de vez en cuando lo hago. Leer palabras de mi ex diciéndome "sos una persona increíble, siempre dispuesta a ayudar a los demás" no es algo que me haga bien, no por que me lo haya dicho él, si no por lo que soy hoy en día. Y ahora siento que todos esos "nunca cambies" que finalizaban millones de cartas, eran realmente literales, y que a ese consejo, ese sencillo "no cambies" que se hayaba al pie de cada página, le fallé, a eso y a las personas que me lo exigían.
Hoy ya no me siento la misma que hace un par de años atrás, ya no se que tan buena soy, que tanto me quieren mis amistades, y que tanto puedo hacer por los demás. Si algún día fue así, como todos dicen, ¿Que pasó conmigo ahora?  ¿A donde quedó esa persona tan buena? Realmente quiero saber que fue de esa "Yo" que hoy no logro ver. Será por eso que esas amistades ya no frecuentan mi vida como antes, y que ese ex que tanto me admiraba, ya me dejó en el olvido hace tiempo atrás. Será que cambié, que me equivoqué, que decepcioné tal vez a más de uno. Será que no entendí de que se trataba, será que algún día dejé de interesarme por el prójimo y me miré el ombligo tal vez, será que en algún momento quise ser egoísta y pensar un poco más en mi, será que haciéndolo pensé que hacía lo correcto y evidentemente no fue así.
Sea lo que sea que haya ocurrido conmigo, hoy solo sé que no me siento bien con mi yo actual, que no me siento querida, al menos no por mi. Que necesito volverme a encontrar, volverme a querer, volver a confiar en mi. Hoy no confío en mi, yo, tan segura de mis decisiones, hoy me fallé, me decepcioné, me perdí. Eso es lo que pasó, me perdí a mi misma, dejé que cualquier cosa se interponga entre lo que realmente importaba y me dejé llevar, por impulsos tal vez, y así me lastimé y me perdí.
Ya no se quién soy, dónde estoy, ni hacía donde voy. Si la vida tiene un camino a seguir, evidentemente hubo un momento en que tome la ruta equivocada, si esto que escribo ahora es tan sincero como lo siento, espero algún día poder cambiar mi rumbo y volver al sendero donde alguna vez me hayé.
Ya no espero nada bueno ni malo de nadie más, solo quiero encontrarme yo, pararme y caminar por donde tenga que hacerlo. Pasar momentos en mi soledad descubriendo quién soy, quién fui, quién quiero ser y quién no quiero ser.
Porque hoy soy un acertijo de mi propio destino. Hoy soy yo la responsable de descifrarme, hoy quiero empezar esta búsqueda y encontrar lo que alguna vez fue mio.

lunes, 21 de mayo de 2012

Interminable razón.


Confusión una vez más. Mezclas de todo tipo de sentimientos y sensaciones. Cariño hacía el pasado, dudas del presente, y nulas certezas acerca del futuro. La típica pregunta de "¿hacía donde voy?" que se acentúa pero a su vez se atenúa en un mismo día. Inusual comportamiento de mi intelecto, pero aún así factible.
Por momentos creer saber lo que busco, lo que quiero, y por otros estar en total desacuerdo conmigo misma. Idear sentir tal o cual cosa con firmeza y luego no considerarlo del todo certero, aunque sin dejar de sentirlo de alguna manera, supongo.
Para ser más clara, estoy parada en una ausencia que me entorpece la vista hacía el camino que alguna vez divisé claramente. Como mencioné por allá arriba, pregunto constantemente ¿Hacía donde voy? Y a su vez me contesto con otro interrogante, ¿importa hacía donde vamos? y ahí comienza una discusión interminable en mi razón. Lo que importa es el camino, ¿no? pero, ¿cuál es ese camino? y más importante aún, ¿y si no quiero ese camino para mi vida? y algo aún más relevante, ¿y si el camino que elijo no me escoge a mi?
Considero que es natural atesorar tantas preguntas sin respuestas en mi juicio, lo anómalo es lo mismo que expongo al principio, es que a veces esas preguntas desaparecen, sin respuestas, sin esperarlas, simplemente se van de mi cabeza y no tengo intenciones de cuestionarme tantas cosas, estimo que la vida misma es el camino en si, y que tendré que dejarme llevar hacia donde la misma desee hacerlo. Pero una vez pactado eso con mi yo propiamente dicho, vuelven diferentes interrogantes y así vuelve la lucha interminable en mi razonamiento.
Hasta ahora nada del todo descabellado, todos pasamos constantemente por este tipo de situaciones, o al menos me consuela pensarlo. Pero con los sentimientos, ¿pasa lo mismo? ¿Es lo mismo pensar que sentir? En la famosa pelea del corazón contra la razón, ¿quién gana? y en el caso que no haya una pelea y que ambos convivan en armonía entre ellos, ¿qué pasa con los sentimientos? Los pensamientos allí van, sobrevolando y cambiando diariamente, pero los sentimientos no cambian de parecer tan fácil como lo que pensamos. Los sentimientos se sienten y uno no siente lo que quiere sentir. Siempre se piensa lo que se quiere pensar, pero nunca, o para no ser tan extremista, esporádicamente se siente lo que se quiere sentir. Y allí en algún lugar profundo del alma nacen nuevas preguntas y nuevas discusiones, ¿Qué me pasa? ¿Qué siento? ¿Qué no siento? ¿Qué estoy empezando a sentir y qué estoy dejando de sentir? Y eso es aún más complicado de resolver, eso es aún más impredecible, eso también lo podemos dejar en manos del tiempo y del destino, lo que no podemos hacer es dejar que no nos angustie. Cuando los sentimientos florecen, ya sean buenos o malos, ya sean confusos o claros, uno se angustia. Se angustia por el cambio de sentir, o por el mismo sentir talvez, o por el cambio de sentir ajeno, que irrefutablemente nos afecta hasta casi destruirnos.
Y días como hoy, con mezclas de tantas entidades llenas y de tantas vacías, de tantas reflexiones y a la vez de tanta libertad de no reflexionar, de tantas contradicciones; necesito respuestas, no, no es cierto, no las necesito, o talvez si, pero no las quiero, o talvez las quiero pero no son necesarias, ¿cómo saberlo?
Una vez más, ¿para qué estoy? ¿Para qué y por qué? ¿A donde iré? ¿A donde iremos todos? algo aún más encantador, ¿con quien iré? Que tengo un largo camino por recorrer es real, pero ¿quién vendrá conmigo en ese camino? ¿Será quien yo mas quiero o quien menos espero que sea? No lo se, no lo sabemos y no lo vamos a saber, al menos no por ahora. Y cuando el tiempo pase y sepamos todas estas disputas, nuevamente nacerán diferentes controversias que tampoco sabremos y algún día también resolveremos.
Los misterios de la vida son lo que hacen que valga la pena vivirla, porque todas estas cuestiones que hoy expongo a través de esta nota no son en vano, sino que hacen ver de lo que en verdad se trata y es, que la vida no se ha hecho para entenderla, sino simplemente para vivirla.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

¿Dónde estás?


Es apenas un instante, un momento, un segundo en el que uno equivoca el camino. A partir de ahí cada paso que damos nos aleja cada vez mas de nosotros mismos.
No tenemos conciencia de los errores que cometemos, apenas una sensación, una pequeña voz interior que nos dice “algo está mal”. Y aunque esa vocecita está ahí seguimos adelante, ignorándola, equivocándonos, casi a conciencia.
Lo ves venir. Sabes que eso que estás por hacer va a cambiar todo, y así todo lo haces. Ya te extraviaste, ya te vaciaste, ya te equivocaste, ya te fuiste, ya te perdiste, ya te traicionaste. Y ahí te mirás al espejo y ya no te reconoces, hay otro que te mira, te pregunta “¿Dónde fuiste? ¿Dónde estás?” .
Un error lleva a otro error. Es tan fácil equivocar el camino y tan difícil volver de eso... Es un impulso, un momento irracional, y ya no hay vuelta atrás. Incluso cuando tenemos buenas intenciones un error puede cambiar todo, romper todo. Ya estás perdido, errado, extraviado, si no tenés rumbo ¿A dónde podrás ir?
Hay alertas, hay advertencias, pero no las escuchamos y vamos directo al error.
Errar es hacer algo pensando solo en nosotros y nada en los demás. ¿Qué nos pasó? ¿Por qué nos equivocamos tanto? ¿Por qué fuimos tan débiles?
Cuando cometiste error tras error no podés ni siquiera quejarte, ni ese derecho tenés.
Corres, te desesperas, pero cuando tomaste el desvío el camino de regreso es más largo. Porque en tu desvío causaste dolor, heridas que tardan mucho en sanar. El dolor se transforma en resentimiento, en tristeza vieja, inolvidable.
Ya no soy el que era, ya no sos el que eras ¿Dónde estás? ¿Dónde estamos?
Queres volver el tiempo atrás, querés volver a ser quien eras, pero ya es tarde.
Los errores del presente son las tragedias del futuro. Corrés pero ya es tarde, y mientras corrés tu alma llora, porque sabes que tendrías que haber escuchado esa vocecita, ese murmullo en tu corazón que te decía que estabas equivocando el camino.
Corres y corres pero ya es tarde, solo podés mirarte al espejo y preguntarte ¿Dónde estás?

jueves, 6 de octubre de 2011

LA ESCRITURA

Mejor dicho, lo que me dió la escritura. Compañera de infinidades de intimidades, amiga fiel que me acompaña en mis malos y buenos ratos, más en los malos pero por eso la quiero, porque siempre está. Muchos dicen que la música es una gran compañera de momentos, un buen lugar donde refugiarse, y pienso igual, la música es nuestra amiga y compinche que nos salva y nos hace pasar buenos instantes. Pienso que cada momento tiene una melodía distinta y que sin música la vida no sería vida, creo haberlo dicho un par de veces. Sin embargo, si de arte hablamos, me quedo con la escritura. Elegiría la música si tuviera el talento de ser parte de ella, si supiera afinar aunque sea un poco, o tocar algún que otro instrumento, supongo que si tuviera que elegir hubiese elgido algún talento musical para dedicarme a ella el resto de mi vida. Sin embargo la vida no me lo dió, de hecho no me dió ningún talento a mi entender, pero con mucha lectura encima desde chiquita, y con años de escribir en; cuadernos, words, blogs, notas, fotolog, etc... hoy puedo tener de compañera a este hermoso arte que es el escribir. A veces bien, a veces mal, a veces peor, a veces mejor, pero siempre escribiendo. Todo el tiempo, en todo momento, podría dedicarme a escribir toda mi vida, con sólo 20 años (para redondear) me considero jóven y capaz de seguir en esta práctica que me atrapa y así algún día tal vez escriba más que apenas 5 hojas de word, y obvio que manifiesten un poco más sobre temas que le interesen al resto y no sólo sobre mi. En este medio me siento bastante egocéntrica, excepto en la facultad cuando tengo que escribir noticias y hablar periodísticamente. Sin embargo en mi ámbito privado eligo la escritura para hablar de mi; YO, YO, YO. Bastante egocéntrica, como ya dije, pero es mi manera de descargar mis inquietudes de la vida, por así llamarlo.
Si me permito seguir con esto de la vida, y volviendo al tema de la escritura, me atrevo a expresar que la escritura es, sin dudas, parte de nuestro existir. Podría relacionar mil conceptos para unirlas, uno de ellos es la manera de ver la vida para mi. Al principio de este pequeño relato expuse que cada momento tenía una melodía distinta, no obstante, le agregaría que cada destino es un gran libro en blanco que vamos escribiendo con el paso de los años. Y ya me estoy tornando cursi, como de costumbre. No era el punto, el punto es que así como la música forma parte de nuestro andar, la escritura también, ya que nosotros escribimos nuestro destino, por decirlo de alguna manera.
Simplemente escribo esto por escribir, ¡qué cosa más linda! Escribir por escribir, ¡Y que bien que suena! Cinco de la mañana, mirando canal volver (como de costumbre, para variar) y digo "que ganas de escribir que tengo", es como algo que me nace de adentro y que me urge realizar. Abro el word, y empiezo, y lo que viene después de que sale la primera palabra nunca lo sé... y es lo que más me fascina. Que creo sin saber que voy a crear, que empiezo a decir lo que desconozco que terminaré diciendo. Por ahí empiezo por un lado y termino en otro totalmente opuesto, tal vez en más de una ocasión puede que me contradiga, y me encanta. Me encanta crear, inventar, improvisar. Como ahora, como siempre. Producir es lindo, y más cuando se disfruta. Podrá sonar absurdo pero relamente disfruto de este momento en que mis dedos rozan las teclas y salen cosas que ni yo sé que van a salir, cosas con o sin sentido, hay de todo un poco, pero todo de adentro mío. Esto soy yo, esto me gusta ser. Una adolescente con ganas de crear cada día algo distinto, volcando mis pensares y gozando de ello. Espero nunca perder las ganas, la voluntad de crear, porque realmente considero que la invensión es una de las mayores virtudes en todo ser humano, una virtud que te nace de chico, y que es bueno no perderla. Conservemos la invensión, como cuando teníamos 5 años y el aburrimiento hacía que seámos astronautas, policias, ladrones y demás locuras hermosas de la infancia. Y ahí ya me voy por las ramas a una zona totalmente alejada del contexto original.
En fin, repito una vez más, que disfruto mucho este arte por eso mismo, por los gustos que uno se permite al ser libre y mecanografiar disparates por doquier. Concluyendo y valga la redundancia, no hay que perder la invensión, tanto de la mente como de las palabras.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

"La pregunta más antigua, más difícil de entender; ¿Qué es la vida?

...¿Cómo y cuándo? ¿Cuándo, dónde y por qué?"
así dice (incluyendo el título) el famoso tema "pimpollo" de chiquititas. Una frase que se me viene a la mente para empezar a redactar, en el día de hoy, lo que estoy sintiendo en este momento. Lo que vengo sintiendo hace un año pero la fecha lo acentúa un poco más.
Romina Yan, gran actriz, cantante e ídola de muchos. Algunos me entenderán y muchos no lo harán, para el que no lo comprende pido que no lea esto porque todo lo que voy a decir, supongo, saldrá del corazón, y para gente que no entiende lo que dice mi corazón, mejor que ocupe su tiempo en otras cosas.
Simplemente quiero recordar con esta nota, a un año de su muerte, a la persona que hizo feliz mi infancia. A aquella que fue luz y guía de tantos chicos durante su paso por chiquititas, que creo yo, fue el programa que la llevó al éxito, no sólo nacional, si no también mundial. Con su personaje Belen, tan alegre y risueña, sus canciones y sus coreografías que creo yo más de muchos bailamos con felicidad en nuestra infancia, y pasa el tiempo y sigo recordándo los pasos de muchas de las canciones que también todavía las canto con mucha emotividad cuando oigo una vez más la dulce voz de un ángel que pasó por la tierra y hoy se encuentra en el cielo.
Realmente se merece éste y muchos homenajes de muchas personas, porque fue alguien que brindó amor a través de la ficción a muchos chicos en el mundo, tanto actores que compartían escenas con ella, como televidentes que sólo la mirábamos con admiración, esperando algún día crecer y conocerla para decirle GRACIAS.
Gracias por esos años de entretenernos, cantarnos, bailarnos, emocionarnos, divertirnos, alegrarnos, entristecernos, volvernos a alegrar, porque sé que todo lo que hacías lo hacías, entre otras cosas, para tu público, y yo fui parte de ese público. Yo fui una admiradora y seguidora tuya desde tus comienzos y estoy orgullosa de haberlo sido, porque de verdad alegraste muchos corazones con tu carrera y entristeciste todos esos corazones cuando te fuiste, un día como hoy, el año pasado.
No puedo evitar pensar en esos 3 chiquitos que dejaste acá, pensar que no van a crecer con una mamá como vos, que fuiste mamá de millones de chicos y fuiste excelente. Pensar que van a crecer sin todo eso que le diste a tantos otros, pero como dijo Cris hace un año atrás "Romina está en todos nosotros pero principalmente en los ojos de esos 3 chicos, Romina a partir de ahora vive en ellos y ellos son el reflejo de Ro." No tengo duda alguna de que así es, de que así será siempre. Que esos chicos por más que no te tengan en presencia física, van a crecer con una luz especial, con una luz única, con esa misma luz con la que brillaste toda tu vida.
Tu muerte, a mi entender, fue una de las más conmovedoras en todo el mundo. Y mirá que hubo muertes conmovedoras, pero sin dudas es notable el cariño enorme que te tenían y tienen todas las personas que tuvieron la fortuna de haber compartido momentos con vos. Se nota que eras única en tu especie, nadie de los que hablaron y hablan de vos pueden decir algo malo sobre tu persona, nadie, porque no existió maldad ni nada que se le asemeje en tu ser. Porque fuiste pura luz y bondad y lloro escribiendo esto, después de haberme pasado horas mirando videos tuyos en youtube y llorando como un bebé, pero creo que son lágrimas merecidas, lágrimas derramadas con mucho amor, amor puro que sin conocerte siento por vos. Porque como dije antes me diste una infancia feliz a través de la pantalla y eso es algo que nunca me voy a olvidar. El tiempo pasa y si bien tengo muchísimos recuerdos de mi infancia sobre mi familia, amigos, etc, un recuerdo muy significativo es sin dudas ese programa que miraba diariamente por la pantalla de telefe, desde los 4 hasta los 11 años, sin perderme ningún capítulo y aprendiendo con cada palabra de fé y esperanza que solías dar, con esos mensajes de amor y solidaridad, de amistad, de valores y principios que hoy tengo y en parte lo debo a ello.
El dolor y el vacío que dejaste es enorme, y como dije hace un año, mi mayor deseo es que tu alma que descanse en paz. Conociéndote (si se puede decir "conocer" a alguien que nunca conocí), sé que así es. Y parte del dolor se vuelve felicidad sabiendo eso.
Gracias simplemente por haber sido quién fuiste. Tu recuerdo hoy, vive en la memoria de todos los que te quisimos y queremos. Gracias no parece suficiente, hasta siempre Romina.

jueves, 18 de agosto de 2011

¿ Se puede ser tan envidioso ?

Una vez más, compruebo que si, que se puede. Hasta las personas menos pensadas hablan mal de vos, y después acuden a tu persona, como si nada, sabiendo que no tuvieron una buena actitud para con vos.
La verdad hoy en día me siento superada, tras tantas historias te das cuenta que no se puede confiar en nadie. Aquellos que dicen ser amigos te terminan traicionando y la decepción que sentís por una persona, pasa a ser por dos, por tres y así sucesivamente, ya que la cantidad aumenta progresivamente.
No, no hablo de un caso personal, aunque más de una vez me llevé una decepción. Hablo de casos ajenos a mí, pero que no obstante me producen rabia. Traición por un lado, decepción por otro, y esa necesidad constante de estar dependiente de la otra persona. ¿Acaso no tienen vida propia? Yo me pregunto, si tan mal te cae alguien, ¿qué necesidad tenes de andar diciéndoselo a otros? La idea es ir, y decirle a esa persona, lo que sentís por esa persona. Ir hablando por ahí a espaldas del otro me parece totalmente innecesario y muy bajo.
Es tan triste ver tanta gente con tan poca vida, ocupándose del otro constantemente, tratando de llamar su atención o anda a saber que otro fin. Lo cual me resulta patético. Viví tu vida y ocupate de vos, que suficiente tenes con tu propia vida como para andar fijándote en el otro. Ok, te molestan cosas de otras personas, buenísimo, aplicalo a vos y a ser VOS una mejor persona. Deja que el otro se perjudique solo, si tan poco te importa.
Lo que más apena en este asunto en cuestión, es que nunca va a cambiar, nunca se va a terminar el llamado “puterio” y el tirar mala onda por envidia a otras personas también entra en esto. Sigo preguntándome por qué la gente no se mira un poco al espejo y se preocupa por sí mismo, por su integridad anímica y por su bienestar propio. No el bienestar causado por el malestar ajeno, sino un bienestar causado por uno mismo. Eso de alegrarte cuando algo malo le pasa al otro es muy burdo, alegrate por meritos propios, que te hace más persona.
En fin, esto no es una crítica ni un texto en contra de nadie, es simplemente una opinión sobre un tema que cada día me tiene más abatida y que me resulta interesante dialogarse para dejar de ser tan poca persona y empezar a ser un poco más humano con el otro.

miércoles, 6 de julio de 2011

viajar al pasado no siempre es bueno

Siento que no hay palabras que describan este estado de pesadumbre que me toca atravesar. Aunque si de remordimiento se trata no hay más culpables que yo misma. Y eso es lo que me disgusta.
Algo, que todavía no sé que es, hizo click en mi y me llevó al pasado. Al muy pasado y al no tan pasado, y me hizo ver lo que era, lo que fui, lo que odio haber sido. En terminos generales no logro entender tan atroz comportamiento en mi, o mejor dicho, en aquello que fui, o que talvez soy, no estoy segura.
Ese "viaje al pasado" me hizo verme desde afuera y me apena mucho haberme dado cuenta tan tarde de los errores cometidos. Decepcioné, fastidié, maltraté, desilucioné a muchas personas. Me gané el odio de muchos y hoy en día por más que no quiera sigue ese odio intacto en aquellos, y lo que más me aflige es no poder hacer nada para cambiarlo.
Porque si bien ese pequeño recorrido me hizo abrir los ojos, aquella que hoy digo no haber sido yo, en verdad si fui yo y no sé que fue lo que en su momento me llevó a cometer los errores que cometí, pero hoy quisiera, si pudiera, remediar todo lo malo. Pese a que sea imposible, pero dicen que de los errores se aprende, creo que con tanta cantidad de errores, la lección que me llevo es más que desmesurada. Lo peor es que me reconfortaria pensar que esas equivocaciones las ejecute solamente hacia una persona, pero no, fueron muchas las personas involucradas, y las personas no involucradas son testigos o allegados a quienes fueron perjudicados, por lo tanto, el odio hacia mi también es de ellos.
En pocas palabras me arrepiento de haber actuado, no se si mal, pero si desubicadamente con algunas o mejor dicho, varias personas. Y pensar que yo me sentía orgullosa de ser yo, que de hecho lo sigo estando, creo que un error lo comete cualquiera. No obstante, fueron más que uno los daños causados, pero como dije antes, todo sirve de lección y acá estoy, tratando de, a partir de ahora, dar mi mejor impresión y agradeciendo ese paseo hacia atrás que me abrió los ojos más que nunca y me hizo dar cuenta que no era más que una patetica desubicada.
Hoy comienza mi cambio, uno más en mi vida, pero uno en serio. Uno que va a tratar de hacer las cosas lo mejor posible, no para borrarles el odio a los que ya me odian, sino para generar menos odio en aquellos que llegarán algún día a mi vida.

sábado, 26 de marzo de 2011

You ' re not alone , I believe in you




¿Nunca te pusiste a pensar qué es lo que haces en esta vida? ¿Para qué estás? Yo si, a diario, pero hoy más que nunca. Siento, una vez más, que no sé quién soy. A veces las cosas parecen que van tan bien que de repente no pueden ir más bien, y tienen que ir mal.
Mi dosmilonce, a decir verdad, hasta el momento no tuvo algo demasiado bueno ni importante, siempre neutro, siempre igual. A veces bien, a veces mal, pero más mal que bien.
Es decir, ya no sé quién soy. Me cuestiono mis actitudes y mis pensamientos más de una vez, dudo de lo que pienso, de lo que digo, dudo hasta de quién soy y de quiénes son los demás, me critico una y otra vez más de una cosa.
Ahora por ejemplo, en este momento, no entiendo ni a quién le hablo, ni por qué lo hago. Sólo sé que me cansé de vivir mal por más de una persona, o mejor dicho, porque le hago mal a más de una persona. Vivo con culpa, constantemente, sabiendo que a más de uno le hago mal, ya sea por lo que hago o por lo que digo, y siento que no hay retorno. No hay forma de volver el tiempo atrás ni hacer las cosas bien, pero me gustaría hacerlo. Realmente no sé que me pasa, que va a pasar conmigo, con los demás, solamente sé que quiero estar bien y que mi entorno lo esté.
Quiero un bienestar absoluto, para todos, y por ende, para mi también.
Espero en algún momento hacer las cosas de la mejor manera posible y creo que lo puedo lograr, dicen que de los errores se aprende, pero no sé, hoy me siento muy sola y confundida por muchas cosas, angustiada por muchas otras, y triste por no sé que cosas.
Pero tengo este espacio, donde logré descargarme y sentirme aliviada (o eso creo).
En fin, la vida sigue y el show debe continuar. Con o sin amigos, con o sin gente alrededor, sigo acá y sigo adelante, por ellos y por mi, por algún día hacer algo bueno por alguien y sentirme orgullosa de eso. Por no seguir fracasando en todo lo que hago y poder lograr algo bueno.
Más de uno sabe que daría mi vida por la felicidad de muchos, pero hoy en día no me siento lista para nada y para nadie. Últimamente hago más males que bienes, por eso decido ya no hacer. No le encuentro el sentido, o por lo menos hoy pienso así.
Veré que pasa a medida que el tiempo transcurre, dicen que la vida es una caja de pandora, y confío en que así es.

domingo, 10 de octubre de 2010

Intentar.

Viví el hoy, dicen, porque no sabés donde podés estar mañana. Muchas veces nos pasan cosas que nos duelen y nos lastiman y no hacemos nada porque pensamos "Total en un futuro va a pasar y voy a estar bien." Y lo más factible es que así sea. Probablemente después de meses nos volvamos a sentir mejor y nos olvidemos de lo sucedido. Pero, ¿Dónde queda lo que sentimos y sufrimos en ese entonces? ¿Es necesario vivir pasando una buena y diez malas? Otro dicho dice que el que no arriesga no gana. Podemos no tener señales de algo bueno, ni ver nada concreto adelante de nosotros, pero sin embargo arriesgarnos. A veces es necesario para una persona correr riesgos. Y yo, definitivamente soy de esas. Cuando sufro tengo que actuar, hacer algo para dejar de sufrir. Si bien puedo quedarme horas en un lugar llorando, también hago o intento cosas que me puedan hacer sentir mejor. Puede funcionar o puede que intentemos sin lograr nada. Pero al menos lo intentamos. No te rindas sin antes intentarlo, dicen otros más. Y la vida para eso está. Para correr riesgos, para jugársela, para saber con que motivo estamos acá y con que finalidad. Muchas veces vemos todo negro, una tormenta permanente y nos quedamos ahí, intactos, observándola sin hacer nada para cambiarlo. Y el cambio siempre está en nosotros mismos. Podemos intentar, probar maneras para despejar el cielo y poder ver el sol. Podemos intentar mil posibilidades todas las veces que queramos. Podemos fallar, claro, pero no dejamos de intentarlo. Que nada sería de la vida si no existieran las oportunidades.

jueves, 30 de septiembre de 2010

El prejuicio a mi criterio.

Que fácil es juzgar, mejor dicho, prejuzgar a las personas, ¿no? Hoy quiero hablar de nosotros, de todos, del que se deja llevar por las apariencias.
A lo largo de mi vida conocí mucha gente, demasiada para mi gusto debo admitir. Amigos, conocidos más bien, que pasaron, saludaron y se fueron. Que estuvieron y no están, por propia elección, claro. Esas personas que te ven, pasan unos pocos ratos divertidos y ya les caes bien, te volves una más en su vida y se vuelve uno más en tu vida, te acompaña, te sigue, hasta que una mínima actitud o palabra mal dicha, lo hace cambiar de opinión y se aleja. Y de ser alguien copado y divertido, pasas a ser el malo de la película y dejas de ser alguien en su vida. Lo cierto es que te prejuzga, no te conoce realmente. Los malos días los tenemos todos, pero aquel que poco te conoce y te ve en uno de ellos, ya atina a pensar que no eras quién creía que eras y se aleja silenciosamente sin dar marcha atrás. No se le ocurre acercarse y preguntarte qué es lo que te pasa, no tiene buenos pensamientos en su cabeza, no puede discurrir que sucedió algo, que tuviste un mal día, no le interesa. Prefiere alejarse con ese mal concepto errado que tiene sobre ti. ¿Cuántos de esos hay en el mundo? Y yo que hablo como excluyendome, ¿no tendría que incluirme y admitir que también tengo un poco, más bien bastante, de todo eso?
Todos, queramos o no, cuándo vemos algo diferente en aquel por el que sentimos determinado aprecio, nos alejamos juzgando y hablando mal por detrás. Ninguno es capaz de acercarse e intentar hablar, ninguno busca explicaciones para demostrar que no nos equivocamos al creerla una persona de bien. Es un cambio instantáneo de parecer y chau, si te he visto no me acuerdo.
¡Ojo!, que quede claro que no estoy hablando de amistad precisamente. Amigos verdaderos sólo son unos pocos y ellos capaces de preguntarte qué es lo que te ocurre. Para acompañarte, escucharte o lo que fuere. Porque los amigos de verdad nos conocen enteramente y sabén como somos, no nos prejuzgan jamás porque al sabernos, comprenden que si actuamos diferente, es por algo, son conscientes que en verdad no somos una contraría a lo que creen, por eso son amigos, porque nos conocen de verdad.
Lo primordial a destacar es que hay personas que pasan poco tiempo con nosotros y no llegan a pasar más tiempo por eso mismo, por el prejuicio. Que sin conocernos se dedican a hablar, que poco importa en verdad, lo que importa no es que hablen, sino que piensen. Se dedican a pensar mal de ti, erróneamente. Esas personas que aparecen por un corto plazo y se van para no volver, pasan, saludan y se van. Aquellos a los que llamamos "conocidos", equivocadamente.
Y vuelvo a repetir, sin excluirme, también fui conocida de muchos, también prejuzgue a muchos, también pensé mal de alguien sin conocerlo en verdad. Por ahi pienso que es porque como sólo es un conocido y no llega a ser amigo, no tengo derecho a preguntar o a saber que es lo que realmente sucede, pero es sólo una justificación incierta.
¿Cuál es el punto? Ninguno, no hay punto alguno. Solemos ser así y lo seguiremos siendo, eso es todo. Esta en la naturaleza del hombre, el prejuicio propiamente dicho.

martes, 17 de agosto de 2010

Adiós.

Poder decir adiós es crecer, dicen. Hoy en día me siento lista para crecer, para decir adiós. Al menos en ese aspecto. Crecer, decir adiós, hoy para mi es lo mismo.
Dejar atrás todo. Todo aquello que nos ata al pasado, que nos aferra y no nos deja avanzar. Dejar atrás hoy y para siempre, ese pasado vivido. Empezar de cero, comenzar de nuevo. Volver a intentarlo y no volver a equivocarse. Hacer las cosas de un modo correcto. Cambiar de aire, de sueños, de proyectos. Dejarlo pero no olvidarlo. Mirarlo con cariño, recordarlo, pero superarlo al fin. No creo en los 'Hasta nunca'.. sino en los 'Hasta siempre'. Porque de eso se trata un adiós. Que sea para siempre. Decir nunca es eso, es un nunca. Y el adiós no se trata de eso, se trata de algo que termina pero que existió. Algo que fue real. Despedirse de lo que fue y dajarlo intacto en un lugar fijo, no volver a tocarlo, no moverlo. Dejar que permanezca ahí y no forzarlo. Dejarlo... por siempre.
En pocas palabras, quiero despedirme. De a poco y en breve, de todo eso que alguna vez fue parte de mi. Por eso Adiós.
Adiós a los buenos momentos, a los lugares con vos. Adiós a las imágenes congeladas, a las fotografías de nuestra memoria. Adiós olores, sabores, y colores que alguna vez fueron nuestros. Adiós miradas penentrantes y transparentes. Adiós a los sentimientos llenos. Adiós a la magia que solíamos causar. Adiós a la sangre que me corría intensamente por el cuerpo cuando estaba a tu lado. Adiós a la noche de luna llena. Adiós al calor que rodea, adiós al frío de las peleas. Adiós al si, al no, a los blancos, a los negros. Adiós a los grises. Adiós a lo absurdo. Adiós a lo desconocido, y a lo que llegué a conocer. Adiós a lo que nunca voy a conocer. Adiós verde campo. Adiós a la mañana de un bar, al mediodia de un Mc Donald's y a una tarde fútbol. Adiós al tigre congelado en una vidrieda, que espera que lo vayan a buscar. Adiós al sabor de un chocolate kinder. Adiós a las percianas que sabían bajarse en el momento oportuno. Adiós gritos y llantos, adiós palabras hirientes que salen cuando el enojo se hace presente. Adiós a la calefacción de un auto en invierno. Adiós al sonido de un stereo, adiós al sonido del viento en una ruta. Adiós a lo que quedó lejos y a lo que queda cerca. Adiós kilómetros de distancia. Adiós a las palabras vacías. Adiós a lo clandestino, adiós al misterio. Adiós a los errores, adiós a las oportunidades. Adiós canciones de amor. Adiós una vez más a todos esos sueños de un futuro que ya no es futuro. Adiós Luciano, adiós Benjamin, adiós M. Eugenia, adiós Marco Antonio, adiós Manuel Estanislao, adiós Santiago, adiós Sebastián, adiós a ustedes y al futuro que no podrán tener, ni conocer jamás. Adiós al tiempo que no pasó. Adiós al día que nunca llegó. Adiós al momento que no pudo ser. Adiós a todo, en excepción de vos.
Con vos no es un adiós, es un hasta siempre. "No es un adiós, es sólo dar un paso más." De la gratitud tampoco me despido, siempre voy a estar agradecida por todo aquello que me diste. Siempre. Odio las despedidas, pero a veces son necesarias para poder continuar. 17 meses hablan por si solos. Ahora si, creo que cierro una etapa en mi vida. Creo, porque no sé si es el fin de una historia, o el fin de la primera parte de una larga saga. Hasta siempre...

domingo, 11 de julio de 2010

Saying I love you.

Decir te amo sería poco, sería complejo pero a la vez simple. Por eso prefiero decir más que TE AMO, aunque todo siempre recaiga en esas dos palabras. Sé que no te gustan las palabras, y que sos de los que prefieren los actos para demostrar amor, pero las palabras de amor nunca están de más, y menos cuando se está enamorado, ¿no?
Es increíble lo que siento por vos, realmente quiero entender que tan grande es este sentimiento INENTENDIBLE, pero para entenderlo necesito describirlo, aunque sea imposible, necesito saber de que se trata todo esto que siento, y para eso necesito de vos, de mi inspiración.
Sos en lo primero que pienso cuando me despierto, y en lo último que imagino cuando me acuesto (demasiado cliché, muy cierto, pero cliché). Vamos a improvisar; vamos a ser más yo, más cursi.
Desde que te conocí, mi vida realmente cambió, tomó otro sentido, comenzó a ser diferente. Me diste alegrías, demasiadas, me enseñaste cosas increíbles, inolvidables, me diste aire, ese con el que respiro día a día, y el que no me puede faltar, sino muero, claro está. Tus ojos, que miran con tanta ternura, esos ojos llenos de amor que solamente YO puedo ver, que sólo yo siento todo el amor que hay en vos cuando me miras. El calor de tu cuerpo, de tu piel, de tus besos, de tus caricias, todo eso que me das día a día y que efectivamente me llena hasta más no poder. Eso que me sacia por completo, que si tengo eso no me falta absolutamente nada. Porque se puede terminar el mundo, los animales, las nubes, el agua, el sol, las estrellas, puede desaparecer todo, pero si te tengo a vos voy a estar bien. Porque sos lo único que necesito para vivir, para ser feliz. Cada cosa que haces, cada gesto tuyo, cada palabra tuya, cada mirada, cada risa, cada suspiro, cada seña, cada carcajada, me hace amarte cada vez más. Cada vez que te miro, te contemplo, te observó, y no veo nada malo, no hay defecto alguno que pueda caber en tu ser. Sos perfecto, por todos lados, por todas partes. Sos lo mejor que tengo, lo mejor que existe en este continente, este mundo, este planeta, esta galaxia. Y encerio creo que no alcanzarían los días para agradecerte y devolverte todo esto que me haces sentir cada día, todo esto que me mantiene viva, y que si algún día me llegase a faltar, sería mi fin, mi final. Porque sé quien sos, porque sabés quien soy, porque lo que sentimos es mutuo, no soy yo amándote solamente. Somos dos sintiéndo lo mismo, amándonos y hasta el día de hoy preguntándonos '¿Cómo es posible estar tan metido adentro del otro?' .Viviendo los días sin encontrar respuesta alguna, sin buscarla, y sin querer encontrarla. Sabemos ambos que lo que más nos une es lo que más necesitamos; nosotros mismos. Por eso no nos preocupamos, aunque suframos o nos enojemos, sabemos que en el fondo nos necesitamos más que a nadie, y es por eso que estamos en una unión, que somos uno, y por el resto de los días vamos a serlo. Porque conocemos esto, porque somos felices, por nuestro amor eterno. Porque te voy a amar siempre, más allá de todo y de todos. Porque no sólo sos el mejor, sino el único al que puedo mirar, al que puedo amar.
Porque no entendés lo que quiero decir cada vez que te digo TE AMO, y espero que hoy, después de esto (que no son más que palabras, pero que tienen un mensaje), entiendas lo que digo cada vez que digo TE AMO.

jueves, 8 de julio de 2010

Se llama obseción

¿Es un capricho?, ¿Es una necesidad?, ¿Es constancia?, ¿Es lealtad?, ¿Es tenacidad?, ¿Es terquedad?, ¿Es intransigencia?, ¿Es obstinación?.
¿Cómo se llama eso que sentimos, y no se va ni con el tiempo?, ¿Es amor?, ¿Es una manía?, ¿Es ceguera?, ¿Qué es? ....... ¿O es obseción?.
Es muy fácil confundir amor con obsesión, pero no son lo mismo. El amor está en todo el cuerpo, la obsesión solo está en tu cabeza. Te encierra en tu burbuja, te aísla, te adormece.
Cuando no hay amor aparece la obsesión, para aturdirnos, para hacernos creer que sentimos algo cuando en realidad no sentimos nada, porque estamos vacíos, vacíos de amor.
El amor saca lo mejor de uno, y la obsesión lo peor.
A veces podemos parecer valientes, arriesgados, y en realidad lo que nos empuja es estar ciegos, obsesionados.
Por la obsesión se puede hacer cualquier cosa, se puede lastimar tanto…
Porque la obsesión al fin y al cabo es un medio para llegar a ningún lado, o para llegar demasiado lejos.
Trampas en nuestra cabeza, y ahí vamos inocentes entregando nuestro cuerpo, creyendo que ese camino nos llevará hacia el amor justificando los medios por ese fin. Y en nombre del amor, matamos al amor.
Por eso las obsesiones son tan peligrosas, porque es un lugar del que nunca se vuelve.

martes, 8 de junio de 2010

He.

Creía que lo tenía todo, creía que él lo era todo. Meses y meses me sentí como volando en un mundo mágico, era la persona más feliz, la más afortunada. Mi vida tuvo sentido, él le dio sentido a mi vida. Fue mi razón de ser, de vivir, de seguir. En cada paso que daba, ahi estaba. En cada caída mia, él me levantaba. En cada tropiezo, me ayudaba. En cada llanto, me consabala y en cada risa se alegraba. Fue mi sostén, lo que me mantuvo en pie durante tantas caídas. Me alentó a seguir adelante cuando ya no encontraba sentido alguno. Me sacó de la burbuja en la que vivía, me mostró diferentes realidades, me enseñó a ver las cosas de otros puntos de vista, a entender lo que no entendía, a ver lo que no podía ver, me dejo mostrarme tal cual soy. Me dejo mostrarle quién era, me llegó a conocer más que nadie en este mundo, y me quiso, como nunca antes nadie me había querido, ni creo, puedan volver a quererme alguna vez.. Me enseñó a amar de verdad, entre tantas cosas.
Llegó un día cualquiera, así sin pedir permiso, llegó para darle luz a mis noches de oscuridad, llegó para borrarme el dolor de viejos amores, llegó para darle color a mi vida, llegó para enseñarme a vivir. Nunca hablé tan enserio como cuando digo que él, realmente, me enseñó a vivir. Porque sin él nada hubiera sido lo mismo, me dió mañanas, tardes y noches inolvidables, imborrables, memoriables y eternas. Cada hora, minuto y segundo que compartí con él fueron únicos y nunca jamás los voy a olvidar. Esos momentos que sólo con él lograban ser especiales, él y solamente él sabía que era lo que me hacía bien y lo que me hacía mal. Sólo el controlaba mis estados de ánimo con tanta facilidad, pasaba del llanto a la risa y de la risa al llanto en milésimas de segundos; por él.
Si tuviera que describir lo que fue él en mi vida, juro que no podría. No encontraría palabras ni adjetivo alguno que pueda describir tan inmenso sentimiento. Podría pasarme horas, días, semanas, meses y hasta años hablando de él. Y probablemente lo haga. Probablemente pasen años y me encuentre amándolo aún cada vez más a través del tiempo, extrañándolo y lamentándome como lo dejé ir.
Vivimos demasiadas cosas juntos, cosas que en mi vida me hubiera llegado a imaginar que podría vivir a tan temprana de edad. No obstante las viví y no me arrepiento de nada. Me jugué por amor a él más de una vez y lo volvería a hacer. Nadie me va a querer tcomo él a mi, lo sé. Él era distinto a los demás, era especial, sabía cada detalle de mi, y aún así me amaba. Yo igual. Sabía hasta lo más ínfimo de su personalidad, conocí y conozco todos sus estados.. los buenos, los malos, los dulces, los agresivos. Y aún así lo amé y sigo haciéndolo. Porque hoy en día no me importa que pueda llegar a hacer conmigo, no me importa su violencia, sus agresiones y demás. Lo único que me hace bien y feliz es él, es lo único que necesito y por él soporto lo que sea, porque él le da vida a mi vida. Sin él no soy nadie, no soy nada.
Me siento vacía, me siento viva en cuerpo y muerta en alma. Perdí todo, mis ganas de seguir, mis ganas de vivir, no soy nada si no estoy con él. Sobran motivos para explicar que fue, es y será el gran amor de mi vida, el único. Mi único amor. Por siempre y para siempre seré entera y completamente suya. Para siempre. No me alcanzaría ni una vida entera para agradecerle por haberme dado tanto en tan poco tiempo. En sólo dos años me dió lo que nadie en 16. Por eso lo elegí y lo sigo eligiendo. Porque siempre tuve en claro que él era lo que quería para mi vida, para mi felicidad. Una vida entera con él hubiera sido perfecta. Porque él es perfecto, y yo soy perfecta para él. Porque nada fue casual y pase lo que pase siempre vamos a pertenecernos. Soy suya, es mio. Una canción muy conocida dice 'el amor cuando no muere mata, porque amores que matan nunca mueren' . Sé que nuestro amor es eterno, que nunca se va a morir. Amores como estos, amores verdaderos, son para siempre. No se olvidan, no mueren, no se terminan. Por siempre y para siempre; él y yo.

domingo, 14 de febrero de 2010

Baila como si nadie te estuviera viendo.

Nos convencemos a nosotros mismos de que la vida será mejor después... Después de terminar la carrera, después de conseguir trabajo, después de casarnos, después de tener un hijo, y entonces… después de tener otro.
Luego nos sentimos frustrados porque nuestros hijos no son lo suficientemente grandes y pensamos que seremos más felices cuando crezcan y dejen de ser niños. Después nos desesperamos porque son adolescentes, difíciles de tratar. Pensamos: "Seremos más felices cuando salgan de esa etapa".

Luego decidimos que nuestra vida será completa cuando a nuestro esposo o esposa le vaya mejor, cuando tengamos un mejor coche, cuando nos podamos ir de vacaciones, cuando consigamos el ascenso, cuando nos retiremos.

La verdad es que... NO HAY MEJOR MOMENTO PARA SER FELIZ QUE AHORA MISMO.

Si no es ahora, ¿Cuándo? La vida siempre estará llena de luegos, de retos. Es mejor admitirlo y decidir ser felices ahora. De todas formas… No hay un luego, ni un camino para la felicidad, la felicidad es el camino y es AHORA. Atesora cada momento que vives, y atesóralo más porque lo compartiste con alguien especial, tan especial que lo llevas en tu corazón y recuerda que EL TIEMPO NO ESPERA POR NADIE.

Así que deja de esperar hasta que termines la Universidad, hasta que te enamores, hasta que encuentres trabajo, hasta que te cases, hasta que tengas hijos, hasta que se vayan de casa, hasta que te divorcies, hasta que pierdas esos diez kilos, hasta el viernes por la noche o hasta el domingo por la mañana; hasta la primavera, el verano, el otoño o el invierno, o hasta que te mueras, para decidir que no hay mejor momento que justamente ESTE PARA SER FELIZ.

TRABAJA COMO SI NO NECESITARAS DINERO, AMA COMO SI NUNCA TE HUBIERAN HERIDO, Y BAILA COMO SI NADIE TE ESTUVIERA VIENDO.

jueves, 10 de diciembre de 2009

¿Qué me pasa cuándo lo veo?

Qué NO me pasa. Cada vez que tengo la dicha de verlo a los ojos lo primero que me pasa por la mente es ‘Es él’. ¿Viste cuándo ves a una persona y sentís que es LA persona? ¿Qué es el ser más hermoso que jamás hayas visto en la vida? Y sentís que es la persona indicada, la que elegiste, querés que sea él el que te acompañe toda tu vida. Eso siento cada vez que lo veo. Y cuando me mira ni te cuento. Me mira y me derrito toda, se mueve todo dentro de mí, me deja sin aire con sólo mirarme. Es una sensación tan rara, tan hermosa, de tanta tranquilidad. Me vuelvo estúpida con sólo hablar de él, me idiotizo con solo pensarlo. Definitivamente me cambió la vida por completo, no hay dudas que no me equivoqué cuando lo elegí y que no me equivoco cuando lo elijo día a día. Es ese que me llena de felicidad en todo momento, que en mis momentos más tristes y en mis cabizbajos siempre aparece, con presencia física o no, pero siempre está para hacerme sentir mejor, con solo sentir su amor me siento mejor.
¿Qué me pasa cuando se aleja? Es la peor sensación del mundo, créanme. Cada vez que nos tenemos que separar, ya sea por su trabajo o por otras cuestiones, siento que mi mundo se derrumba totalmente. No hago más que llorar e imaginármelo todo el día, me acuesto por las noches y lo imagino junto a mí, miro la pared de mi cama y lo veo a él, deseo tanto que este conmigo en esos momentos. Lo extraño, lo necesito, no estar separada mucho tiempo de él. Si un día sin él es una pesadilla, imagina lo que son 3, 4 y hasta 15 días sin verlo. Es lo más horrible que jamás haya vivido en mi vida. Y a pesar de seguir comunicada con él, a pesar de hablar con él y decirle que lo amo, aunque me diga que me ama todos los días; está lejos y no me alcanza sólo con que hablemos por MSN o telefónicamente, necesito sus besos, sus abrazos, sus caricias, necesito su dosis, la que el me da y con la que me hace volar. Porque sonará cursi, y sé que lo soy, pero jamás en la vida me sentí como me siento cuando estoy con él, y creo yo que son muy pocas y muy pero muy afortunadas las personas que encuentran a esa persona, ese que te hace temblar todo y ese que amas y que te ama con locura, lo que se dice; el amor de tu vida.
¿Si creo en el amor? ¿Quedan dudas de eso? Gracias a él descubrí que el amor si existe, que existe la felicidad y que se puede amar y ser amado. Que aunque haya mil obstáculos y mil personas que se interpongan en nuestro camino y nos quieran ver separados, ya sea por envidia o anda saber por qué, nosotros nos seguimos amando como el primer día y seguimos luchando por esto que sentimos y nunca vamos a dejar, o por lo menos yo, nunca voy a dejar que nada ni nadie nos separe. Por que gracias a él soy feliz, gracias a él conocí lo que es el amor, gracias a él dejé de pensar que el amor era una mierda y que no servía para nada. Hoy en día me despierto pensando en él y me acuesto imaginándolo. Hoy en día puedo decir que quiero que comparta toda mi vida conmigo y que no quiero ni permitiría que se aleje nunca de mi lado, porque no podría sobrevivir si no lo tengo. Porque la felicidad existe, y tiene nombre y apellido. Él es mi felicidad, es LA felicidad.

sábado, 10 de octubre de 2009

Why?

¿Por qué el ser humano se equivoca tanto? ¿Por qué solemos tropezar una, otra y otra vez con la misma piedra? Por qué esa maldita costumbre de errar una y otra vez e inmediatamente atinar a decir 'perdón'? Cómo si eso solucionara todo! Esta bien equivocarse, asumir el error y pedir perdón, pero… ¿cuántas veces? Una, dos, tres, cuatro, cinco y seis ponele, pero todo el tiempo, ¿no es mucho abuso de confianza? Mira quién lo dice! Yo siempre fui de esas personas amantes de refranes, uno de ellos: 'Errar es humano, perdonar es divino', ¿Por qué me gusta tanto? Porque cometí mil errores a lo largo de mi vida, porque me la pase equivocándome y siempre fui con la palabrita mágica pensando que iba a solucionar todo, a veces lo hacía, a veces no. Creía que era normal equivocarse, que merecía que me perdonen, que con asumir el error era suficiente para tener la conciencia limpia, pero no. No fue así, no es así, hoy entiendo que no es así. Comprendo que equivocarse esta bien, pero no tiene que ser rutina, comprendo que asumir tu error no basta, al acto de asumirlo. No tenés que pedir perdón, tenés que cambiar, dejar de cometer errores, no hacerlo más. Intentarlo, superarte, ser mejor, hacer las cosas bien, eso hay que hacer. ¿Por qué me encuentro yo diciendo todo esto? Nose, no entiendo, soy la persona menos indicada para hablar de esto. Pero hoy quiero ponerme las pilas (sí, una vez más). Siento que así no va más, que no consigo nada siguiendo en mi postura de pendeja caprichosa e inmadura, que tengo que cambiar ya, PERO YA, estoy a punto de cumplir 18 años y sigo en mi postura de pendeja. Y lo sé, claro que lo sé, pero eso no es lo peor, lo peor es que no hago nada de lo que digo, no cambio, no puedo, lo intento (créanme que si), pero no puedo, me siento pérdida cuando lo intento, siento que no tengo aliento, apoyo, siento que estoy sola y que no puedo. Si, suenan como excusas, y tal vez lo sean, pero me sale decirlo, es lo que pienso.
¿A que voy con todo esto? A que me mando mil, dos mil, y hasta cinco mil cagadas, agregándole que no soy la única, que hay otros grandes cometedores de errores. Pero como dije antes, los humanos solemos equivocarnos, es irrelevante. El fin de esto es decir que ya no puedo más. Que estoy llegando a un punto de saturación donde no encuentro nada positivo, me veo a mi, a mi alrededor, y no encuentro nada. Y después pienso que si, que hay alguien, hay muchos. Pero lo más importante; esta él, con el que últimamente te peleas cada 2x3, el que te cela enferma mente, el que no soporta tus actitudes (y con razón), el que tuvo más paciencia que nadie, ese al que se le está acabando la paciencia. ¿Que más podés pedirle? ¿Que te perdone y te crea una nueva promesa de 'nunca más'? ¿No crees que ya hizo demasiado por vos? ¿Que ya fue mucho el tiempo que tuvo que soportar tus chiquilinadas? Yo creo que si. Entiendo que lo que menos querés es perderlo, que es tu amor, tu vida, que es todo, pero entendí también que no se puede seguir así, de mal en mal, de dolor en dolor, que no podés hacer lo que querés, cuando querés y porque querés, entendí que existe lo justo, lo equilibrado y vos te abusas bastante de todo. Te da la mano, le agarras el codo, el hombro, la cabeza, todo. Si, lo sé, querés cambiar, no ser más así, ser lo que él quiere que seas y que él sea lo que vos querés que sea. Sería perfecto, ¿no? Pero no se puede, no existe tal perfección. El es así, con sus malas y buenas manías, vos sos así, con tus pros y tus contras. Ambos se conocieron siendo como eran, ambos se enamoraron siendo ustedes mismos. En las relaciones siempre hay peleas, siempre hay discusiones, siempre pasan cosas buenas y malas, siempre hay idas y vueltas…

jueves, 24 de septiembre de 2009

Matthew.

Soy una persona llena de defectos, de los peores, los más intorelables. Soy una persona vulnerable, a la cual cualquier acto mínimo le afecta. Me alteran abundantes cosas simples, me molestan pavadas y me enojo sin motivo alguno. Me suelo equivocar bastante seguido y protesto por cosas que no debo. Pero ahí siempre está él, haciéndome reaccionar, marcándome mis errores para no volver a cometerlos, guiándome por un mejor camino para hacerme una mejor persona con mejores actitudes. A veces logra encaminarme, otras me resisto y no me dejo ayudar. Lo cierto es que siempre está, de buena o mala manera él está ahí. A veces exagera un poco, se pone agresivo y dice cosas sin pensar. Pero sé que me ama y hace todo por mi bien. A pesar de sus defectos y los míos sabe como hacerme feliz y yo también sé como hacerlo feliz. Sacrifica cosas por mi y yo por él. Me ama, lo amo, nuestro amor es de esos que no mueren. Esos amores con pequeñas fallitas a los que les faltan un par de ajustes, pero nada que no tenga solución. Yo estoy dispuesta a cambiar y mejorar día a día para hacerlo el hombre más feliz de todos, sé que cuando note mi cambio, él también va a cambiar. Agradezco su paciencia intinita para conmigo y le pido disculpas por mis impulsos no controlados.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

The player & the cup.

Hubo una vez un gran jugador de campeonatos. Debía ganar muchos partidos hasta llegar al último y más importante de todos, el que lo iba a llevar a ganar la copa del mundo –el mundo mismo- . Partido tras partido iba mejorando, hasta que finalmente llegó el inesperado momento. Se topó con el partido más importante, el más insuperable y el que lo iba a hacer triunfar. Fue el partido más largo y difícil de su vida, tuvo que remarla –y créanme que lo hizo- bastante para poder llegar a destino. Usó diversas técnicas, tácticas y sus increíbles habilidades. Hasta que lo consiguió. Consiguió la felicidad absoluta, consiguió el mayor premio, el más importante, la copa del mundo. La cuidó, la amo, la respeto, la quiso como a nada en su vida. Hasta que le empezó a traer problemas. La copa que, creían, era la mejor de todas, no resultó ser sino más que una simple copa. Tras correr el tiempo se iba oxidando, pudriendo, tomando olores y colores raros. La copa era cada vez peor. El no podía aguantarlo, entonces, enojado por la actitud de la copa, empezó a descuidarla. La copa dejó de tener valor, llegado un momento, no era más que basura. Pero él, a pesar de ello, la siguió valorando. Porque esa copa toda oxidada, le había costado la vida. Llegar a ella había sido todo un desafío, y recordar lo que le costó, recordar el momento en que la tocó por primera vez, en que consiguió hacerla suya… Hacía que el la siga amando como el primer día.

viernes, 8 de mayo de 2009

Difícil es aceptar que las cosas pasan, pero es así, pasan. Y nosotros nada podemos hacer al respecto. Lloramos, gritamos, sufrimos, disimulamos, queremos no saberlo, nos hacemos los tontos, pero en el fondo sabemos que nos duele y que nos lastima. A veces no queremos darnos cuenta de lo que esta pasando, por eso simulamos no saberlo, no queremos entenderlo. Pero al fin caemos en la cruda realidad y nos damos cuenta, que queramos o no, estas cosas pasan y van a seguir pasando. Que aunque nos cueste entenderlo la vida es así, a veces negra, a veces color rosa, las cosas pasan cuando uno menos se las espera. Nos confundimos, claro que si, somos humanos y sabemos muy bien errar, no nos gusta hacerlo, pero lo hacemos muy bien. También sabemos llorar y descargar todo lo que tenemos dentro, a veces nos viene bien expresar lo que sentimos, pero como duele. Cómo duele. ¿Qué hacemos cuando estás cosas nos ocurren? ¿Cómo hacemos para seguir adelante si lo malo se esta acercando, esta llegando?, llegó y ahora... ¿y ahora qué? ¿Quién puede borrar el dolor y el sufrimiento que llevamos adentro? ¿Quién puede hacernos feliz cuando todo esta gris y negro? ¿Quién va a sacar algo bueno de vos, si ves todo negativo? No ves NADA, absolutamente NADA positivo. Sabemos que nos pasa, si, lo sabemos pero... ¿Quién puede enseñarnos que hacer en estos momentos? ¿Quién tiene la solución? Nadie la tiene, por eso seguiremos así, viviendo sin solución al dolor. Esperando que el tiempo lo pueda curar, dudamos de ello, pero esperamos, esperamos y nunca nos cansamos de esperar.

domingo, 29 de junio de 2008

¿Por qué todo se termina?

¿Por qué todo se termina? ¿Por qué todo tiene que tener un final? Recuerdo cada historia de amor vivida, cada amistad que tuve y que ya no tengo, cada recuerdo compartido con todas esas personas que fueron importantes en mi vida. Me da tanta melancolía pensarlas, pensar que ya no están, pensar que las perdí, pensar que se fueron y que no van a volver. ¿Por qué tiene que ser así? ¿Por qué no es todo eterno? ¿Por qué tiene que terminar todo? Y esas personas que ya no están, siguen aún en mi corazón, siguen estando en mi, así como también todos esos recuerdos, todos esos momentos que viví y que no voy a volver a vivir. Tengo una gran sensación de felicidad y melancolía; me pone feliz recordar tantos momentos, me da felicidad porque la pase bien y son buenos recuerdos que el simple hecho de recordarlos me hace bien, y melancolía por lo mismo pero al revés, me da melancolía recordar esos mismos momentos, porque aunque me hacen bien es triste ver como pasaron tan rápido. Pero lo pasado pisado y si bien tengo los recuerdos presentes, también tengo muy en claro que no se puede vivir de recuerdos y que tengo que mirar para adelante y disfrutar del día a día, por más que me cueste. Pero estos son los momentos en que uno se pone a pensar y se da cuenta de sus errores cometidos, y se arrepiente... pero ya nada se puede hacer. Llorar no sirve de nada, lo sé, pero no lo puedo evitar.