Poder decir adiós es crecer, dicen. Hoy en día me siento lista para crecer, para decir adiós. Al menos en ese aspecto. Crecer, decir adiós, hoy para mi es lo mismo.
Dejar atrás todo. Todo aquello que nos ata al pasado, que nos aferra y no nos deja avanzar. Dejar atrás hoy y para siempre, ese pasado vivido. Empezar de cero, comenzar de nuevo. Volver a intentarlo y no volver a equivocarse. Hacer las cosas de un modo correcto. Cambiar de aire, de sueños, de proyectos. Dejarlo pero no olvidarlo. Mirarlo con cariño, recordarlo, pero superarlo al fin. No creo en los 'Hasta nunca'.. sino en los 'Hasta siempre'. Porque de eso se trata un adiós. Que sea para siempre. Decir nunca es eso, es un nunca. Y el adiós no se trata de eso, se trata de algo que termina pero que existió. Algo que fue real. Despedirse de lo que fue y dajarlo intacto en un lugar fijo, no volver a tocarlo, no moverlo. Dejar que permanezca ahí y no forzarlo. Dejarlo... por siempre.
En pocas palabras, quiero despedirme. De a poco y en breve, de todo eso que alguna vez fue parte de mi. Por eso Adiós.
Adiós a los buenos momentos, a los lugares con vos. Adiós a las imágenes congeladas, a las fotografías de nuestra memoria. Adiós olores, sabores, y colores que alguna vez fueron nuestros. Adiós miradas penentrantes y transparentes. Adiós a los sentimientos llenos. Adiós a la magia que solíamos causar. Adiós a la sangre que me corría intensamente por el cuerpo cuando estaba a tu lado. Adiós a la noche de luna llena. Adiós al calor que rodea, adiós al frío de las peleas. Adiós al si, al no, a los blancos, a los negros. Adiós a los grises. Adiós a lo absurdo. Adiós a lo desconocido, y a lo que llegué a conocer. Adiós a lo que nunca voy a conocer. Adiós verde campo. Adiós a la mañana de un bar, al mediodia de un Mc Donald's y a una tarde fútbol. Adiós al tigre congelado en una vidrieda, que espera que lo vayan a buscar. Adiós al sabor de un chocolate kinder. Adiós a las percianas que sabían bajarse en el momento oportuno. Adiós gritos y llantos, adiós palabras hirientes que salen cuando el enojo se hace presente. Adiós a la calefacción de un auto en invierno. Adiós al sonido de un stereo, adiós al sonido del viento en una ruta. Adiós a lo que quedó lejos y a lo que queda cerca. Adiós kilómetros de distancia. Adiós a las palabras vacías. Adiós a lo clandestino, adiós al misterio. Adiós a los errores, adiós a las oportunidades. Adiós canciones de amor. Adiós una vez más a todos esos sueños de un futuro que ya no es futuro. Adiós Luciano, adiós Benjamin, adiós M. Eugenia, adiós Marco Antonio, adiós Manuel Estanislao, adiós Santiago, adiós Sebastián, adiós a ustedes y al futuro que no podrán tener, ni conocer jamás. Adiós al tiempo que no pasó. Adiós al día que nunca llegó. Adiós al momento que no pudo ser. Adiós a todo, en excepción de vos.
Con vos no es un adiós, es un hasta siempre. "No es un adiós, es sólo dar un paso más." De la gratitud tampoco me despido, siempre voy a estar agradecida por todo aquello que me diste. Siempre. Odio las despedidas, pero a veces son necesarias para poder continuar. 17 meses hablan por si solos. Ahora si, creo que cierro una etapa en mi vida. Creo, porque no sé si es el fin de una historia, o el fin de la primera parte de una larga saga. Hasta siempre...
Dejar atrás todo. Todo aquello que nos ata al pasado, que nos aferra y no nos deja avanzar. Dejar atrás hoy y para siempre, ese pasado vivido. Empezar de cero, comenzar de nuevo. Volver a intentarlo y no volver a equivocarse. Hacer las cosas de un modo correcto. Cambiar de aire, de sueños, de proyectos. Dejarlo pero no olvidarlo. Mirarlo con cariño, recordarlo, pero superarlo al fin. No creo en los 'Hasta nunca'.. sino en los 'Hasta siempre'. Porque de eso se trata un adiós. Que sea para siempre. Decir nunca es eso, es un nunca. Y el adiós no se trata de eso, se trata de algo que termina pero que existió. Algo que fue real. Despedirse de lo que fue y dajarlo intacto en un lugar fijo, no volver a tocarlo, no moverlo. Dejar que permanezca ahí y no forzarlo. Dejarlo... por siempre.
En pocas palabras, quiero despedirme. De a poco y en breve, de todo eso que alguna vez fue parte de mi. Por eso Adiós.
Adiós a los buenos momentos, a los lugares con vos. Adiós a las imágenes congeladas, a las fotografías de nuestra memoria. Adiós olores, sabores, y colores que alguna vez fueron nuestros. Adiós miradas penentrantes y transparentes. Adiós a los sentimientos llenos. Adiós a la magia que solíamos causar. Adiós a la sangre que me corría intensamente por el cuerpo cuando estaba a tu lado. Adiós a la noche de luna llena. Adiós al calor que rodea, adiós al frío de las peleas. Adiós al si, al no, a los blancos, a los negros. Adiós a los grises. Adiós a lo absurdo. Adiós a lo desconocido, y a lo que llegué a conocer. Adiós a lo que nunca voy a conocer. Adiós verde campo. Adiós a la mañana de un bar, al mediodia de un Mc Donald's y a una tarde fútbol. Adiós al tigre congelado en una vidrieda, que espera que lo vayan a buscar. Adiós al sabor de un chocolate kinder. Adiós a las percianas que sabían bajarse en el momento oportuno. Adiós gritos y llantos, adiós palabras hirientes que salen cuando el enojo se hace presente. Adiós a la calefacción de un auto en invierno. Adiós al sonido de un stereo, adiós al sonido del viento en una ruta. Adiós a lo que quedó lejos y a lo que queda cerca. Adiós kilómetros de distancia. Adiós a las palabras vacías. Adiós a lo clandestino, adiós al misterio. Adiós a los errores, adiós a las oportunidades. Adiós canciones de amor. Adiós una vez más a todos esos sueños de un futuro que ya no es futuro. Adiós Luciano, adiós Benjamin, adiós M. Eugenia, adiós Marco Antonio, adiós Manuel Estanislao, adiós Santiago, adiós Sebastián, adiós a ustedes y al futuro que no podrán tener, ni conocer jamás. Adiós al tiempo que no pasó. Adiós al día que nunca llegó. Adiós al momento que no pudo ser. Adiós a todo, en excepción de vos.
Con vos no es un adiós, es un hasta siempre. "No es un adiós, es sólo dar un paso más." De la gratitud tampoco me despido, siempre voy a estar agradecida por todo aquello que me diste. Siempre. Odio las despedidas, pero a veces son necesarias para poder continuar. 17 meses hablan por si solos. Ahora si, creo que cierro una etapa en mi vida. Creo, porque no sé si es el fin de una historia, o el fin de la primera parte de una larga saga. Hasta siempre...
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