lunes, 14 de julio de 2014

Mi pasado es mi presente.

Definitivamente creo que tengo un grave, gravísimo problema con el pasado. Es como si dependiera de eso todo el tiempo, o peor aún, como si nunca en la vida me pudiera desprender.
Una vez cada tanto, no pasa tan seguido, o sí, no sé. En fin, debes en cuando empiezo a recordar cosas viejas, momentos de años atrás, muy atrás, y recordando empiezo a reírme, a sentir que lo vuelvo a vivir al menos en mi mente, y soy tan feliz pensando en esas cosas. Y de repente, la realidad, el presente, vuelvo a la tierra y que pasa? Me deprimo. Me doy cuenta que estoy en la actualidad, que eso de lo que me río son momentos que pasaron hace mucho tiempo atrás y que nada va a volver a ser igual. Y muero de tristeza, quisiera volver en el tiempo. ¿Por qué? ¿Con qué necesidad? No lo sé. Es que se era tan feliz en la juventud, cuando no había obligaciones ni responsabilidades, cuando todo lo que ocupaba mi mente era pasar día y noche con mis amigos todos los días, todo el día. Eso extraño, eso deseo.
¿Por qué sigo tan aferrada a mi pasado? Es como si todos los días tuviera que recordar algo viejo, alguna historia o anécdota pasada para sentirme bien, para tener vitalidad. Como si esos recuerdos me hicieran feliz aun habiendo pasado el tiempo. Cómo si el presente no me llenara en un cien por ciento y tuviera que recurrir a momentos pasados para estar del todo llena.
¿Es normal? ¿Cómo se llama esto que me pasa? ¿Nostalgia constante? ¿Qué es? ¿Cómo se supera? ¿Qué tengo que hacer? ¿Voy a vivir el resto de mi vida de este modo?
No sé, estas preguntas lamentablemente hoy no tienen respuestas.

Solo sé que todo lo que fui, me hicieron ser todo lo que soy. Y que amo fuertemente mi vida, mi pasado, mi presente, y que a pase lo que pase, siempre voy a tener estos recuerdos intactos en mi. Y nunca nadie me los va a borrar ni quitar, porque son míos y solo míos. Y me hacen feliz aun hasta el día de hoy.

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