Simplemente me quiero expresar.
Expresar el dolor que siento, el dolor más grande que jamás sentí en mi vida. El sentirme total y completamente desplazada. Cinco años juntos, ya eramos casi un matrimonio. Cinco años dándole todo y recibiendo todo de él, cinco años de "sos el amor de mi vida", de "nunca nos vamos a separar", de "si no es con vos, no es con nadie", de "nacimos para estar juntos", y tantas otras cosas más que tuve que escuchar salir de boca de él, tantas promesas que quedaron en la nada.
Después de cinco años, ahí está él, lejos de mi. Se fue. Se fue una vez más, pero a diferencia de otras veces, esta vez no se fue solo, sino acompañado. Estaba acostumbrada a perderlo, en esos cinco años, fue y volvió unas 200 veces, pero siempre solo, siempre porque si, porque así se daba, porque pasaban cosas, conflictos, y demás. Pero hoy por primera vez me encuentro con su imagen feliz al lado de otra persona. Hoy se fue, ya no solo, sino acompañado. Hoy optó por olvidarse de mi por completo y por tener una nueva compañera en su vida. Hoy es el peor día de mi vida.
Si bien le deseo la mayor felicidad del mundo, y entiendo que amar es también dejar que quien amo sea feliz, no puedo dejar de expresar el dolor inmenso que siento adentro mio. Que me carcome los huesos, que me apuñala por dentro, que me aniquila hasta dejarme vacía, que me produce llanto, un llanto imparable, que derraman cinco años de promesas nunca cumplidas y que quedaron y van a quedar por siempre en el olvido.
Hoy me siento morir. Hoy sé que soy afortunada por haber vivido los mejores cinco años de mi vida con la mejor persona del mundo, pero no me basta. Hoy no es algo positivo, mañana tal vez si, hoy no.
Hoy lo puedo sentir en mi cabeza, imaginarme sus palabras y sus caricias sobre otra persona. Si, yo sé que es un poco morboso y despechado, pero es la realidad, a cualquier persona en mi lugar le pasaría lo mismo. Siento envidia, la envidio a ella que puede tenerlo y yo ya no. La envidio porque si tiene suerte y no es tonta como yo, va a poder hacer las cosas de la manera correcta, cosa que yo no pude y por eso lo perdí. Envidio a él y a su capacidad de olvidar tan rápido. De enterrar tantos años y momentos juntos como si nunca hubiesen existido. Como si la vida fuera BORRON y cuenta nueva, literalmente hablando. Como si ese borron fuera real y ya no quedara recuerdo alguno sobre mi en su memoria.
Hoy siento por primera vez lo que es ser desplazada, reemplazada, sustituida. Si bien siempre tuve el pensamiento intacto en mi mente, e imaginaba que en algún momento esto iba a pasar, nunca creí que la realidad iba a doler tanto. Imaginarlo era hasta cómico: "¿mi chico con otra? pobrecita, lo que se tiene que aguantar!" Pero vivirlo en la realidad, fuera de la imaginación, es mucho más doloroso de lo que podía llegar a imaginar alguna vez.
Hoy lo veo feliz, y en el fondo me pone feliz. Hoy lo veo contento, dándole a alguien más lo que a mi se cansó de darme. Hoy caí en que es el fin. Después de tantas idas y vueltas, ésta historia concluye. Después de tantos capítulos, hoy le damos el cierre final. Pensar que alguna vez llegué a creer que esta historia iba a ser una historia sin fin. Sin embargo la vida te sorprende a veces, y no de la manera más grata. Todo concluye al fin. Todo tiene un final, todo termina.
Simplemente me quedo con el cariño, con los buenos recuerdos, con la experiencia y el aprendizaje, con las cosas vividas, con los errores cometidos, que gracias a mi paso por esta relación, ya no volveré a cometer. Me quedo con lo bueno y me quedo con lo que me dejó él. Su mirada, sus besos y abrazos, que aunque ya no sean mios los voy a tener por siempre en mi memoria.
Porque el tiempo va a pasar y el dolor puede sanar, pero si hay algo que sé es que nunca, nunca en la vida lo voy a dejar de amar. Fue todo. Fue mi todo. Por siempre en mi. Gracias VOS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario