"Todo tiene un final, todo termina..." Eso me dijo Vox Dei hace muchos años. Aunque siempre tomé esa canción como algo acertado en toda su integridad, alguna que otra vez llegué a pensarlo como algo inexacto.
Alguna vez me enamoré, alguna vez amé, me amaron, correspondí y me correspondieron. En ese momento uno cree con certeza que tal historia tan bella y llena de amor, nunca podría terminar. Enceguecidos pensamos que el amor va a ser interminable, que esa correspondencia va a ser eterna. Nacieron el uno para el otro, no hay modo alguno de no poseer un final feliz.
Y probablemente más de muchos de los que reparan esta misma teoría, hayan comprobado que Vox Dei se equivocó. Más de muchos habrán encontrado ese complemento perfecto para sus vidas, más de muchos se habrán casado, habrán formado una familia, y habrán envejecido juntos, agradeciendo ese regalo de la vida.
Pero también es seguro, que algunos otros, que también amaron con locura, hayan decepcionado o sido decepcionados. Y eso es lo que me trae acá en esta noche de lunes.
Es difícil perdonar cuando te traicionan, es difícil olvidar cuando perdonaste, es difícil volver a confiar cuando la otra persona comete desmesurados errores, uno tras otro. Es difícil seguir adelante cuando algo se encuentra averiado. Es realmente difícil tratar de seguir adelante cuando se halla todo tan abatido.
Son meses volviéndolo a intentar, volviéndo a apostar a algo por simple cariño. -De amor no se puede hablar ya, tantos golpes deterioraron por completo la dupla. El amor va muriendo de a poco, lentamente se va yendo, aunque intentamos retenerlo se va de a poco dejando secuelas que probablemente nunca se borren.- El afecto está, los años compartidos, los momentos vividos. Inviable abandonar todos esos recuerdos de nuestras vidas. Somos luchadores natos, no nos dejamos vencer, nos gusta resistir y lo hacemos hasta más no poder. Sin embargo nunca es suficiente, la resistencia en algún momento finaliza. Hicimos lo que pudimos, lo intentamos todo, pero algo adentro nos sigue diciendo que hay errores que son imperdonables, que hay cosas que no tienen solución, o más exacto aún, que la solución es terminar con todos esos dolores del corazón, con ese resentimiento que agota cualquier fortaleza. Cuando la vida te dice que la única solución a dejar de sufrir es abandonando tu pasado, no queda otra que hacerle caso.
Hablemos del presente, del duelo, del reparo de los daños causados. Desahoguemos penas e intentemos seguir adelante. Todo se puede en la vida, si confías en vos mismo podes lograr lo que sea. Siempre hay que saber que la única persona que nos va a acompañar constantemente es uno mismo. Cualquiera te puede desertar en algún momento, nadie es del todo fiable, por eso hay que creer solo en uno. Uno nunca, o mejor dicho, esporadicamente va a estimar lastimarse a si mismo.
Una vez que sabemos eso podemos seguir adelante con cualquier proyección del futuro que tengamos.
No obstante uno es humano y tiene sentimientos. Nadie es de piedra, o pocos lo son. Siempre y cuando tengas memoria, vas a saber que hubo un momento en tu vida que diste todo por alguien y que alguien dio todo por vos. Pero sin dolor vas a aceptar que terminó, vas a mirar hacía atrás y reír. Vas a rememorar épocas de felicidad y vas a disfrutarlo. Vas a tener la sabiduría de entender que sos dichoso por haber vivido cosas únicas, mágicas e inolvidables.Ya no volves a llorar o lamentar esa separación, ya no anhelas cruzarte con ese sujeto para un nuevo acercamiento. Ya no te obsesionas, no te quemas la cabeza con tus indespegables "que hubiera pasado si...", ya no te vas a deplorar por la culpa que sentiste durante días, semanas y meses por haber lastimado a alguien. Indiscutiblemente sabes que fallaste o te fallaron, pero con el tiempo uno perdona todo, SE perdona. Y cuando te perdonas todo es mejor. Hay que saber perdonarse, aceptar que cada caída es parte de la vida para levantarse y avanzar, aceptar que todos erramos, pero que también todos aprendemos de esos errores.
Empezas a avanzar, con la experiencia encima y con la frente en alto. Vas a volver a fallar muchas más veces, pero también vas a evitar muchas otras fallas debido a tu aprendizaje con tus experiencias.
La vida es un ida y vuelta, una constante escuela que nos enseña la materia más importante de todas; CRECER.
Todo en la vida es experiencia que sirve para crecer. Todo lo cura el tiempo. Y siempre, absolutamente siempre, se puede seguir adelante a pesar de los errores cometidos o de las desiluciones recibidas.
Es importante saber que a pesar de los golpes que uno reciba, hay que disfrutar de los buenos momentos. Que cuando todo parece no tener solución, siempre aparece algo que nos empuja a progresar. Y que aunque finalmente considero que la canción "Presente" es muy realista, no hay que quedarse estancados en lo que no fue, sino seguir en lo que puede llegar a ser. Saber superarse así mismo es la mejor forma de desarrollarse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario