miércoles, 28 de septiembre de 2011

"La pregunta más antigua, más difícil de entender; ¿Qué es la vida?

...¿Cómo y cuándo? ¿Cuándo, dónde y por qué?"
así dice (incluyendo el título) el famoso tema "pimpollo" de chiquititas. Una frase que se me viene a la mente para empezar a redactar, en el día de hoy, lo que estoy sintiendo en este momento. Lo que vengo sintiendo hace un año pero la fecha lo acentúa un poco más.
Romina Yan, gran actriz, cantante e ídola de muchos. Algunos me entenderán y muchos no lo harán, para el que no lo comprende pido que no lea esto porque todo lo que voy a decir, supongo, saldrá del corazón, y para gente que no entiende lo que dice mi corazón, mejor que ocupe su tiempo en otras cosas.
Simplemente quiero recordar con esta nota, a un año de su muerte, a la persona que hizo feliz mi infancia. A aquella que fue luz y guía de tantos chicos durante su paso por chiquititas, que creo yo, fue el programa que la llevó al éxito, no sólo nacional, si no también mundial. Con su personaje Belen, tan alegre y risueña, sus canciones y sus coreografías que creo yo más de muchos bailamos con felicidad en nuestra infancia, y pasa el tiempo y sigo recordándo los pasos de muchas de las canciones que también todavía las canto con mucha emotividad cuando oigo una vez más la dulce voz de un ángel que pasó por la tierra y hoy se encuentra en el cielo.
Realmente se merece éste y muchos homenajes de muchas personas, porque fue alguien que brindó amor a través de la ficción a muchos chicos en el mundo, tanto actores que compartían escenas con ella, como televidentes que sólo la mirábamos con admiración, esperando algún día crecer y conocerla para decirle GRACIAS.
Gracias por esos años de entretenernos, cantarnos, bailarnos, emocionarnos, divertirnos, alegrarnos, entristecernos, volvernos a alegrar, porque sé que todo lo que hacías lo hacías, entre otras cosas, para tu público, y yo fui parte de ese público. Yo fui una admiradora y seguidora tuya desde tus comienzos y estoy orgullosa de haberlo sido, porque de verdad alegraste muchos corazones con tu carrera y entristeciste todos esos corazones cuando te fuiste, un día como hoy, el año pasado.
No puedo evitar pensar en esos 3 chiquitos que dejaste acá, pensar que no van a crecer con una mamá como vos, que fuiste mamá de millones de chicos y fuiste excelente. Pensar que van a crecer sin todo eso que le diste a tantos otros, pero como dijo Cris hace un año atrás "Romina está en todos nosotros pero principalmente en los ojos de esos 3 chicos, Romina a partir de ahora vive en ellos y ellos son el reflejo de Ro." No tengo duda alguna de que así es, de que así será siempre. Que esos chicos por más que no te tengan en presencia física, van a crecer con una luz especial, con una luz única, con esa misma luz con la que brillaste toda tu vida.
Tu muerte, a mi entender, fue una de las más conmovedoras en todo el mundo. Y mirá que hubo muertes conmovedoras, pero sin dudas es notable el cariño enorme que te tenían y tienen todas las personas que tuvieron la fortuna de haber compartido momentos con vos. Se nota que eras única en tu especie, nadie de los que hablaron y hablan de vos pueden decir algo malo sobre tu persona, nadie, porque no existió maldad ni nada que se le asemeje en tu ser. Porque fuiste pura luz y bondad y lloro escribiendo esto, después de haberme pasado horas mirando videos tuyos en youtube y llorando como un bebé, pero creo que son lágrimas merecidas, lágrimas derramadas con mucho amor, amor puro que sin conocerte siento por vos. Porque como dije antes me diste una infancia feliz a través de la pantalla y eso es algo que nunca me voy a olvidar. El tiempo pasa y si bien tengo muchísimos recuerdos de mi infancia sobre mi familia, amigos, etc, un recuerdo muy significativo es sin dudas ese programa que miraba diariamente por la pantalla de telefe, desde los 4 hasta los 11 años, sin perderme ningún capítulo y aprendiendo con cada palabra de fé y esperanza que solías dar, con esos mensajes de amor y solidaridad, de amistad, de valores y principios que hoy tengo y en parte lo debo a ello.
El dolor y el vacío que dejaste es enorme, y como dije hace un año, mi mayor deseo es que tu alma que descanse en paz. Conociéndote (si se puede decir "conocer" a alguien que nunca conocí), sé que así es. Y parte del dolor se vuelve felicidad sabiendo eso.
Gracias simplemente por haber sido quién fuiste. Tu recuerdo hoy, vive en la memoria de todos los que te quisimos y queremos. Gracias no parece suficiente, hasta siempre Romina.

No hay comentarios:

Publicar un comentario